A lo largo de los años que llevo trabajando para Alliance Strategies, he podido comprobar personalmente que nuestro mayor activo es estar rodeados de personas motivadas y realmente dedicadas a nuestra visión de construir y mantener relaciones duraderas.
En primer lugar, tenemos a nuestros empleadores de todo el mundo, que han contratado a nuestros fabulosos participantes a lo largo de los años y hacen todo lo posible por mantener su relación con nosotros. Luego están nuestros socios de contratación con los que tratamos en tantos países diferentes de todo el mundo, que suelen mantener relaciones comerciales con nosotros durante 10 a 15 años.
Para nuestros participantes, esencialmente tenemos una eco-estructura en marcha con una gran alimentación de excelentes talentos procedentes de lugares increíbles. Reconocen nuestra marca porque sus amigos o hermanos han pasado por el programa y han tenido una gran experiencia, así que se animan a dar su propio primer paso para participar.
Volviendo a nuestros empleadores de acogida y socios de contratación, lo más probable es que ya hayan tratado con los amigos o familiares de los nuevos participantes. En este sentido, todo nuestro modelo tiene un carácter muy enriquecedor y familiar de principio a fin, porque se asienta sobre una base en la que todos reconocen que dependen unos de otros para tener éxito. Si una de las piezas se rompe, ahí es exactamente donde hay que arreglarlo.
Normalmente, se produce una ruptura cuando uno de los eslabones de la cadena reconoce que la cultura no encaja debido a un malentendido o a una falta de química que no es culpa de nadie. A medida que evaluamos cada nuevo reto, somos capaces de trabajar juntos para solucionar el problema y corregirlo, quizás probando otra ubicación cultural o conectando a un grupo diferente de personas.
Lo verdaderamente importante en todas las situaciones es que veamos nuestro trabajo en acción. A menudo pregunto: "¿Puedes sentir la magia?". Cada oportunidad que tenemos de visitar a nuestros empleadores de acogida con participantes in situ nos brinda esa oportunidad fresca y asombrosa de hablar con cada persona implicada y ver de primera mano lo bien que va todo. El impacto de nuestros programas queda realmente demostrado por las historias que cuentan todas y cada una de las personas.
Es en esos momentos cuando escucho experiencias increíbles de los participantes que explican cómo están decididos a llevarse lo que han aprendido a su país de origen y desarrollar creativamente el mismo espíritu emprendedor que se les ha dado. Cuando captamos esas historias y las compartimos con los demás, surge un amplio espectro de emociones: alegría, porque está marcando una gran diferencia en sus vidas, o incluso tristeza, porque algunos elementos podrían haber sido mejores. Lo mejor de todo es encontrarse con esos participantes que simplemente están rebosantes y uno reconoce que son una auténtica superestrella.
Aunque nos deleitamos con cada nuevo éxito de nuestros programas, nuestro personal también comprende la importancia de mantener las conexiones existentes. Como nos preocupa mucho el futuro de nuestros participantes, tratamos de animarles en cada paso de su viaje, ya sea uniéndose a otro programa o sirviendo de inspiración a otros como embajadores.
Obviamente, el gran reto es para aquellos que crecen en zonas aisladas y no tienen fácil acceso a oportunidades de tutoría, pero viven con un hambre profunda de más. Personalmente, me encantaría llevar Alliance Strategies a un lugar donde cualquier persona de cualquier parte del mundo pueda encontrar y aprovechar fácilmente lo que ofrecemos, independientemente de su situación económica. Después de todo, nunca hemos pretendido crear un programa elitista, sino que queremos seguir construyendo sobre nuestros cimientos y las herramientas tácticas existentes para asegurarnos de que la barrera de entrada sea mínima.
De cara al futuro, nos dedicamos a mantener las relaciones animando a todo el mundo a reconocer que todos los seres humanos tenemos mucho más en común de lo que podríamos pensar en un principio. Al fin y al cabo, una vez que empezamos a ver nuestras similitudes inherentes con personas que tienen un aspecto o hablan de forma distinta a la nuestra, nos damos cuenta de que todos tenemos una conexión única con los demás que solo hay que descubrir.
James Bell
Director General,
Alliance Strategies
